Esta medida de fuerza, a diferencia de las anteriores, no podrá ser desactivada por el Gobierno mediante el llamado de conciliación obligatoria. En la última reunión paritaria, las autoridades nacionales concedieron el incremento que exigían los representantes sindicales. No obstante, dictaron que gran parte de esa suba debía ser aportada por las empresas de transporte, quienes se negaron a firmar ese acuerdo.
Las compañías se negaron a firmar el acuerdo al sostener que no cuentan con los recursos económicos suficientes para hacer frente a ese gasto. De este modo, solicitaron una actualización del monto que reciben del gobierno en concepto de subsidio estatal para poder pagar los sueldos correspondientes.
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La UTA solicitó cobrar un aumento retroactivo para que el básico desde el último mes de abril sea de 262.000 pesos, además de un bono único de 32.000 pesos y viáticos diarios para todos los trabajadores. Más allá del pedido, las empresas pagaron los sueldos sin el aumento solicitado y el gremio emitió un comunicado que “de no cumplirse” con esa suba, “se procederá a la retención inmediata de tareas a partir de las 00 del día viernes 7 de julio del mes corriente”.
“Esto es algo que venimos sufriendo desde hace mucho tiempo, se pasan la pelota entre el Gobierno y las empresas y nadie se hace cargo de nada. Nosotros les damos 24 horas para que durante el jueves se pague el aumento, como dice el acuerdo firmado, pero si no lo hacen, vamos a ir a paro. Lo que sí quiero dejar en claro, es que empresa que pague, empresa en la que se va a trabajar”, explicó el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, ante los medios.
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